Las razones por las que ese sonido es tan nítido se encuentran…
El nombre “Stradivarius” es conocido como sinónimo de perfección en la fabricación de violines desde que el luthier italiano Antonio Stradivari realizara sus obras entre 1683 y 1730, dejando al mundo de la música un sonido que aún no ha podido igualarse.
Las razones por las que ese sonido es tan nítido se encuentran, según han descubierto científicos de la Universidad de Taiwan, en una compleja mezcla de químicos que contiene la madera con la que se fabricaron esos violines.
El debate en torno a este tema se ha dado durante más de dos siglos, pero al parecer con esto se pone fin a la larga polémica. No sólo se trata de las excelsas técnicas de tallado y fabricación de los instrumentos, sino también a la selección de las maderas, que por cierto, es irrepetible.
Una combinación perfecta y duradera La mayoría de los violines stradivarius fueron realizados con madera de arce, y particularmente de una variedad densa de este árbol, que además fue tratada, presumiblemente por el propio Stradivari, con una mezcla de conservantes que contenía aluminio, calcio, cobre, sodio, potasio y zinc.
Los taiwaneses llegaron a esta conclusión estudiando varios instrumentos fabricados por Stradivari y Guarneri por medio de espectrometría de plasma. Las conclusiones indican que las maderas utilizadas tienen propiedades únicas.
El tratamiento químico descrito anteriormente no se ha detectado en violines posteriores a la etapa dorada de este ingenioso luthier, y se ha comprobado que los violines modernos tienen propiedades químicas muy diferentes a los Stradivarius, incluso los de mejor calidad.
Es muy probable que en los próximos años se investigue lo suficiente como para reproducir el método de curado de la madera que utilizaba el italiano hace cuatro siglos en su taller, para intentar lograr nuevamente el excelso sonido de los violines que él inmortalizó.
Fuente: Conconoticias